El padre del VIH
MADRID.- Enero de 1983. Ésa es la fecha en la que Luc Montagnier logra escribir su nombre en los anales de la Medicina.
Un hospital parisino acababa de extirpar un ganglio del cuello de un paciente del que se sospecha tiene sida y, tras analizar el tejido, el profesor del Instituto Pasteur determina que existen rastros de actividad bioquímica de un retrovirus. Es la primera vez que se apunta a un agente externo, un virus, como el causante de una enfermedad todavía desconocida que ya está matando indiscriminadamente a miles de personas en todo el mundo.
Montagnier, tras años de trabajo, acaba de descubrir el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el causante del sida.
Nacido en Chabris, Francia, en 1932, Luc Montagnier se doctora en Medicina y se dedica a la docencia hasta que en 1967 decide comenzar a investigar en virología. En 1972 acepta el puesto de jefe de la Unidad de Oncología Viral del Instituto Pasteur y en 1974 ya es director del Centro Nacional de Investigaciones Científicas francés, un cargo que compatibiliza con su puesto en el Instituto Pasteur.
Durante tres años estudió en el Reino Unido los mecanismos de replicación de los virus en el ARN y, de vuelta a Francia, en el Instituto Curie, comenzó a estudiar los retrovirus, especialmente el del sarcoma de Rous.
La pista para descifrar el VIH
Sus análisis le pondrían en la pista para descifrar la causa del sida, un objetivo de muchos investigadores al inicio de los 80.
Junto con su colega Barré-Sinoussi, consiguió al inicio de los 80 aislar numerosos de retrovirus humanos de pacientes con infecciones sexuales, hemofílicos, madres que lo habían transmitido a sus hijos y personas que los habrían contraído en transfusiones.
Entre otros muchos galardones, este investigador francés recibió en 2000 el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Técnica y Científica, un galardón que compartió entonces con el estadounidense Robert Gallo.
Gallo se considera también una figura fundamental en la investigación sobre el sida ya que, concibió y desarrolló en el laboratorio las metodologías que hicieron posible el descubrimiento de los primeros retrovirus humanos, y, por tanto, la identificación del VIH.
Durante más de una década, los investigadores francés y estadounidense mantuvieron una intensa polémica sobre la 'paternidad' del virus del sida, en la que tuvieron que mediar incluso los presidentes de ambos países (Ronald Reagan y Jacques Chirac). Finalmente, Gallo y Montagnier sellaron la para unir esfuerzos en la lucha contra el sida, después de que el estadounidense admitiera la paternidad francesa
Actualmente, Montagnier preside la Fundación Mundial para la Investigación y Prevención del sida, después de haber colaborado como investigador en el Queens College de Nueva York (EEUU). Sus investigaciones se centran en los mecanismos por los cuales el VIH induce el descenso de los linfocitos CD4, la regulación del virus en estado latente y el estudio de las encefalopatías originadas por este virus.
Es autor de numerosas publicaciones y ha ofrecido conferencias en todo el mundo. Caballero de la Legión de Honor francesa, ha recibido galardones como el Premio Rosen de Oncología (1971), el de la Fundación Científica y Tecnológica de Japón (1988), el Rey Faisal (1993) y ha sido investido doctor honoris causa por la Universidad de La Habana (Cuba).
Su autoridad en cuestiones de sida es incuestionable. De hecho, fue el encargado de realizar un informe sobre el contagio de un grupo de niños en un hospital libio por el que se acusaba a un grupo de sanitarios extranjeros. Sus conclusiones fueron claras: las infecciones se debieron a las malas condiciones higiénicas del hospital.
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